Higashi no Eden o el Jason Bourne shojo-alike de Japón

Para que no digan que los japos no plagean nada...

Opening - Falling Down [Oasis]


Ending - futuristic imagination [School Food Punishment]


Dentro de las series que se estrenan esta primavera (la de ellos, acá es otoño) la que más se destaca por poner el tono más absurdo es Higashi no Eden (Eden to the East para los gringos piche cabrones y occidentales como tú y yo), obra de Kenji Kamiyama (Blood The Last Vampire, Ghost in the Shell S.A.C., Jin-Roh... o sea, EL currículum) con diseños de Chika Umino (Honey & Clover y nada más conocido para un mortal como yo =/) y de la mano de Productions I.G.; ya con ese staff si les va mal es por weones nomás.

Dentro de lo anormal que sea la serie (un ataque terrorista con misiles que pasa desapercibido (bueno, ahora como están los tiempos ya a nadie le importa una wea lo que le pasa al vecino), la típica chica que busca a su príncipe azul (demostrándome que en Japón o no existen los machos o todas las mujeres son lesbianas) y que termina topándose con Akira Takizawa, el clon japo de Jason Bourne, hasta con parlamentos muy similares, en un encuentro muy particular (es que gente en pelota con una pistola y un celular no se ven muy seguido en estos tiempos) que con varias vueltas y persecuciones (qué les dije... Jason Bourne ps) se termina dando cuenta por puras coincidencias que tentativamente es un terrorista, que posiblemente le borraron la memoria y que posiblemente su vida sea una farsa con tanto pasaporte que encuentra. Después del momento "soy Robert De Niro y weas" él y Saki se encaminan a volver a Japón, ya escapando de los perseguidores de Akira y desvelando los misterios del por qué los ataques terroristas y del mismo pasado de Akira.

Eso mismo me quiero preguntar ¬3¬


Yéndonos a la serie en sí, tanto la animación como la trama están a niveles bastante normales, aunque bien logrados a fin de cuentas. No soy fanático de los tongos románticos, pero lejos del típico instante de "tú me amas, yo soy caballo y tú eres yegua" la serie los tira a un plano menos importante pero igual de significativo. Umino como en Honey & Clover nuevamente me enamoró con sus dibujos tan especiales (que sin ser realistas te da la sensación de cercanía, de candidez) y que hacen de Akira y Saki la pareja ideal (aunque extravagante en algunos sentidos xD) En cuanto a la música, gran trabajo instrumental de Kenji Kawai (fucking amor platónico en toda producción de ciencia-ficción como Gundam 00 o Ghost in the Shell) que acopla perfectamente el instante a la música precisa. Los OP y ED me gustaron (lejos de mi fanatismo por Oasis o la novedad que trae School Food Punishment ahora como artistas major (pronto les traeré la discografía de ellos ;D) y encajan bien al aire que quiere desprender la serie.

En general, una serie que sin muchas aspiraciones a ser el hit de año (o sea, una Naruto o una Code Gayass cualquiera, que sabemos bien como terminan) hace la pausa para reflexionar y disfrutar de una excelente y bien trabajada serie.

Nos vemos...

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